El carbón activado tiene un diseño específico para la recuperación de cianuros de oro y plata que se usa en circuitos de recuperación de estos metales. Se fabrica a partir de la concha de coco, materia prima con la que se obtiene la máxima dureza disponible. Esto es fundamental ya que minimiza la erosión del carbón, evitando así, pérdidas valiosas del productor adsorbido.
El carbón activado tiene un gran área superficie, cerca del 95%, de microporos. Asimismo, se presenta en diversos rangos de tamaño, de modo que cada usuario pueda elegir el le brinde mayor cinética de adsorción, de acuerdo con la hidráulica de su proceso. Las propiedades físicas del carbón hacen que sea el más adecuado para resistir los procesos de elución y lavados ácidos a diversas temperaturas, así como la reactivación térmica.
Este producto nos permite optimizar los procesos avanzados de recuperación de metales preciosos, incluyendo los de extracción en pilas (Heap Leach), carbón en pulpa (CIP) y carbón en lixiviación (CIL).
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